Monseñor, en su informe, usted mencionó que la crisis principal que enfrenta ahora la sociedad moderna es, ante todo, una crisis de fe. Mientras tanto, numerosas encuestas de opinión pública, que tienen lugar en Polonia, indican que la gran mayoría de la población polaca profesa una religión en particular, en su mayoría católica. Se siente en Polonia la crisis contemporánea de la fe, a la que Usted hizo mención en su informe?
Sí, se siente. Sorprendentemente, en los tiempos del comunismo en Polonia había más respeto de la sociedad a la Iglesia, tanto Ortodoxa como Católica, de la que existe en la actualidad. Por supuesto, en Polonia muchos se declaran como creyentes, y yo hice mención de esos problemas, de que una persona se declara como creyente, pero cuando nos fijamos en su comprensión de la fe, en lo que se espera de ella, y en el propósito de la misma, entonces, podemos decir, que esta fe no es tan buena. Y ahora se nota un alejamiento de la fe. Yo incluso diría así: en las escuelas de Polonia se enseña la La Ley de Dios (Catecismo) desde hace ya 21 años. Antes era enseñada en las parroquias. Todo esto era bueno. Pero hay un aspecto negativo, las lecciones de La Ley de Dios eran percibidas como una asignatura más. Y esto influye en muchos de forma negativa.
¿ Esto es aplicable tanto a la población católica así como ortodoxa de Polonia?
Sí. Católica un poco más, pero también para los ortodoxos.
Hablando de la población ortodoxa de Polonia, para el observador imparcial, no es tan notable como la parte católica de la población. ¿Quiénes son las personas que profesan la ortodoxia en Polonia?
Polonia es el hogar de aproximadamente 600,000 ortodoxos. La Iglesia Ortodoxa de Polonia cuenta con alrededor de 300 parroquias en todo el país. Esta es una cantidad pequeña en comparación con el hecho de que la población de Polonia se acerca a 40 millones de personas, pero tenemos los mismos derechos que los católicos. En Polonia, los creyentes de la Iglesia ortodoxa pertenecen a diferentes grupos étnicos: polacos, bielorrusos, ucranianos y rusos. Todo esto trae una especificidad especial con la cual tenemos que trabajar. Sin embargo, el principio unificador, de todos estos creyentes de distintas nacionalidades, es precisamente la fe ortodoxa. Y muy a menudo escuchamos: "¿Quién eres tú?" Y en respuesta: "Yo soy ortodoxo". No mencionan, qué nacionalidad, sino que dicen, que se es ortodoxo.
Los cristianos ortodoxos en relación con la población católica de Polonia son una minoría. ¿Puede la minoría ortodoxa en el estado polaco realizar algunos proyectos, influir en el gobierno y la sociedad polaca?
Sí, tenemos los mismos derechos que gozan los católicos. Por supuesto, influir en las acciones de nuestro gobierno es más difícil porque son más propensos a obedecer a sus sacerdotes, pero, por supuesto, podemos poner en práctica todos los proyectos que también tienen los católicos.
La Ley de Dios, así como a los católicos, se enseña en las escuelas, el estado paga los salarios de los maestros, tanto católicos como ortodoxos, de la Ley de Dios. Tenemos nuestros capellanes en el ejército, tenemos nuestros propios sacerdotes que trabajan en hospitales, en cárceles, en las diferentes instituciones, como padres espirituales, así como en la policía. Todos los servicios tienen sus padres espirituales. Nuestros padres espirituales ortodoxos también están presentes allí. Esto, por supuesto, gracias a la fuerte posición de la Iglesia Católica. Todos ellos como que se abren paso, pero también nosotros nos servimos de ello.
A la Iglesia polaca le fue ortogada recientemente la autocefalía. Y recuerdo, cuando yo mismo venía a Polonia, y conversaba con los sacerdotes polacos, el principal problema, que a estos sacerdotes les preocupaba mucho, era sobre ¿cuál sería el futuro de la Iglesia de Polonia, qué sería su autodeterminación? ¿Se seguirían conservando las tradiciones ortodoxas de Polonia, que existían antes de ser autocéfala, o habría una transición, por ejemplo, el servicio religioso en lengua polaca?
El futuro depende de Dios. Por supuesto, algunos cambios ya se dieron. Ellos deben ser no de carácter revolucionario, sino evolutivo. Por ejemplo, nosotros sabemos que tenemos parroquias donde se realiza el servicio religioso en el idioma eslavo-eclesial, e incluso, a veces, se predica en ruso y en bielorruso. Hay aquellas en las que se lleva a cabo el servicio religioso en eslavo-eclesial y el sermón es en polaco. O leen el Evangelio y el Apóstol en lengua polaca, el servicio religioso en eslavo-eclesial, mientras que el sermón es en polaco. Por ejemplo, (en las ciudades realizamos, por lo general, dos liturgias) la liturgia más temprana se realiza en polaco, la segunda liturgia en eslavo-eclesial. También hay parroquias donde toda la liturgia se realiza sólo en polaco. Por supuesto, muchos de los que no entendían la liturgia eslava, pensaban que cuando se llevara a cabo en polaco, ellos entenderían todo. Iban a esas parroquias, pero después regresaban de nuevo a donde los servicios religiosos se realizaban en eslavo-eclesial. Para entender la liturgia, no basta con traducirla, necesitas investigarla históricamente, sentirla en sí mismo, la traducción en sí no dará ese efecto, de que la gente entienda todo en la liturgia.
Creo que los jóvenes de hoy no saben el idioma eslavo-eclesial, no saben incluso el ruso, que es cercano al eslavo eclesial, por eso de manera evolutiva pasaremos a la lengua polaca.
También sabemos que la Iglesia polaca vive al mismo tiempo bajo dos calendarios – Juliano antiguo y el nuevo Juliano. Y hasta donde yo sé, el jefe de la Iglesia polaca, el mitropolita de Savva, el día de Navidad, celebra el servicio festivo el 25 de Diciembre, luego viaja hacia el este de Polonia y lleva a cabo este servicio el 7 de enero. El hecho de que haya y se usen los dos calendarios también pone de relieve el período de transición que se vive ahora en la historia de la Iglesia polaca.
Dígame, ¿A cuál calendario se adherirá la Iglesia polaca?
Hay una tendencia firme hacia el viejo estilo, hacia el calendario Juliano antiguo. Aquellas parroquias, donde utilizan el nuevo estilo, ha sido por causa de acontecimientos históricos. En el período de entreguerras, a esto nos obligaba el poder del estado. Es decir, entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, a los ortodoxos no se les hizo fácil vivir en Polonia. Por supuesto, también se enseñaba en las escuelas La Ley de Dios, pero es por todos conocido que muchas iglesias también fueron destruidas. Las autoridades polacas destruían los templos. Simplemente resolvían que esta parroquia es fortuita, y por eso es necesario eliminarla. Debido a que la Iglesia Católica era mantenida a costa del dinero del estado, y las ortodoxas también.
También trataron de ejercer influencia en los ortodoxos, interferir en el transcurso del desarrollo normal de la vida de la Iglesia, introducir a la fuerza la lengua polaca y el nuevo estilo en los servicios religiosos. Y por eso, en algunos lugares - Varsovia, Lublin, Lodz, Cracovia, se quedó esto producto de aquellos tiempos. En esos lugares los servicios religiosos se realizan de acuerdo al nuevo calendario Juliano. Pero, en la parte oriental de Polonia, se utiliza el estilo antiguo. Allí, en el período de posguerra, las personas simplemente no asistían a la Iglesia cuando se realizaban los servicios de acuerdo al nuevo estilo.
Para nosotros esto no es problema. No sostenemos un altercado por el estilo antiguo y el nuevo. Hay una comprensión de que esto es un medio para nuestra salvación, y no un fin en sí mismo. El objetivo es la salvación, mientras que el calendario, el servicio religioso, son sólo medios que nos ayudan a seguir el recto camino a la salvación.
Dígame, ¿cuáles son los principales desafíos de la secularidad que existen en la sociedad polaca, a los que tiene que hacer frente de una u otra manera la Iglesia Ortodoxa?
Creo que todos estamos pasando por una gran crisis de fe y por la influencia de los medios de comunicación y películas. He hablado de esto en el informe, pero, por supuesto, esto afecta a cada cual. Usted puede considerarse un creyente, pero lo que el mundo arroja a cada uno permanece en el corazón de cada creyente. Por lo tanto, vemos un enfriamiento hacia la Iglesia, hacia la fidelidad a la Iglesia. Este año es muy extraño, hubo algunos políticos que querían eliminar La Ley de Dios de las escuelas, ellos piensan que éso fue sólo una prueba, para ver cómo reacciona la población. Tal vez se fundarán partidos que actuen en contra de la Iglesia. Hubo incluso llamados a quitar los símbolos cristianos de los lugares públicos.
Por supuesto, en Polonia por ahora eso no sucederá. Polonia está muy ligada a la tradición cristiana e incluso una parte del carácter nacional está conformado por la tradición cristiana, y todo eso no es fácil cambiarlo. Pero, de todas formas, realmente, hay intentos por hacerle frente a la Iglesia, y a sus nuevos derechos, e incluso se intensifican. Por lo tanto, tenemos que mirar esto y hacer todo lo posible para garantizar que las personas no pierdan la fe. Esto es lo más importante. Si habrán verdaderos creyentes, entonces, todos los demás problemas no dejarán de existir.
Entrevistado por el sacerdote Antony Borisov